sábado, 24 de agosto de 2013

Cinema Paradiso

Título original: Nuovo cinema Paradiso
Dirección: Giuseppe Tornatore
País: Francia, Italia
Año:1988
Duración:155 min.
Género: Drama, Romance, Comedia
Calificación: Apta para todos los públicos
Reparto: Antonella Attili, Enzo Cannavale, Isa Danieli, Leo Gullotta, Marco Leonardi, Pupella Maggio, Agnese Nano, Leopoldo Trieste, Salvatore Cascio, Tano Cimarosa, Nicola Di Pinto, Roberta Lena, Nino Terzo, Jacques Perrin, Philippe Noiret, Brigitte Fossey, Nellina Laganà, Turi Giuffrida, Mariella Lo Giudice, Giorgio Libassi, Beatrice Palme, Ignazio Pappalardo, Angela Leontini, Mimmo Mignemi, Margherita Mignemi, Giuseppe Pellegrino, Turi Killer, Angelo Tosto, Concetta Borpagano, Franco Catalano
Guión:
Giuseppe TornatoreBanda Sonora: Ennio Morricone

Cinema Paradiso nos habla de la vida de Totó, un niño que crece en la deprimida (y reprimida) Italia de posguerra y de como sus vivencias, especialmente aquellas relacionadas con el cine y con su relación con el viejo encargado del mismo, le influenciaron el resto de su vida. La película hace además un preciso retrato de la sociedad de la época, tanto en su parte positiva (inocencia, solidaridad, escaso individualismo) como en la más oscura y negativa (intolerancia hacia lo diferente y censura, por poner dos ejemplos).

Cinema Paradiso es una película con niveles tóxicos de nostalgia pero resulta tan verdadera que es imposible criticarla por ello. Es definitivamente una película acerca de los fuimos y de lo que seremos. El hecho de que todos podamos sentirnos identificados con el pequeño Totó y su periplo vital es un signo inequívoco de que no debemos darnos demasiada importancia como individuos. En definitiva, todos acabamos pasando por lo mismo y al final, cuando nos damos un tiempo para detenernos y mirar hacia atrás nos damos cuenta, casi siempre demasiado tarde, de que lo realmente importante son los seres a los que amamos (de forma correspondida o no, eso ya es secundario).
La vida y el cine tienden a imitarse. Hay vidas trágicas, vidas de comedia, vidas dramáticas.... La vida, como el cine, se compone de escenas, de largos planos secuencia, de diálogos, de besos, de amor, de violencia, de sangre, de sexo...de bandas sonoras que marcan momentos importantes para cada uno de nosotros.
 
Cinema Paradiso es la descripción perfecta de la vida de cualquiera y la vez, un impecable resumen de la historia del cine (o al menos de lo que de este importa).

sábado, 27 de abril de 2013

Aqui empezó todo...


A veces uno mira hacia atrás y le parece que parte de su vida no pudo ocurrir exactamente como la recuerda. Hay cosas que son demasiado surrealistas para ser ciertas. Si alguien de los que compartió mi realidad tiene los mismos recuerdos, le ruego que los confirme solo para saber que no lo he soñado.  

A base de mucho esfuerzo, mis padres lograron comprar un pedacito de terreno en la calle Navia del barrio de San Isidro en Benavente. Años más tarde supe que el rio Navia era un rio asturiano y que la calle Navia no era tan grande ni tan pendiente como me parecía en aquellos momentos.

A lo que iba, que me pierdo. El destino de ese pedacito de tierra (no sé por qué creo que recordar que era de 40 metros cuadrados) era ser el garaje para el coche. Muy posiblemente un Ford Fiesta Balear a estrenar que para nosotros en aquel entonces no tenía nada que envidiarle a un Audi de alta gama de los de ahora. Lo que no entiendo...es como surgió la idea de criar conejos en aquel reducido espacio. Ahora me pregunto si fue un plan preconcebido (que manda cojones) o fruto de un mal cálculo que dio como resultado un cubículo de unos 10 metros cuadrados en los que fueron a parar los animales. En un abrir y cerrar de ojos mi padre hizo unas jaulas al estilo chino (copiadas a machete sin pagar propiedad intelectual) y no sé de dónde coños sacó tres o cuatro conejas (posiblemente de un amigo que conocía a un amigo que a su vez...ya se sabe cómo funcionan estas cosas. Bueno, como funcionaban antes de la era de la red de redes).

Total, que tu entrabas por la puerta desde la calle Navia y con lo primero que te encontrabas era con el Ford Fiesta Balear...te adentrabas por su derecha y allí estaba la puerta que daba a la factoría animal en cuestión...

Una de las cosas más fascinantes que allí ocurrían sin duda, era el apareamiento. Para el apareamiento era importante llevar a las conejas al conejo para que este no se estresase. Está claro, que los conejos como los hombres somos "fodongos" por naturaleza...la coneja aterrizaba en la jaula, y se quedaba inmóvil....el macho la olisqueaba por un lado, por el otro;  daba varias vueltas, se subía encima, empezaba a bombear a velocidad de vértigo y se caía de lado a los pocos segundos por el éxtasis orgásmico...

Así que la pobre coneja. Ni siquiera se enteraba. Estaba amamantando a su camada y ya estaba preñada otra vez! (maravillas de la naturaleza...pocos animales tienen esa capacidad para encadenar gestaciones como el Real Madrid copas de Europa)

Los conejos comían algo de alfalfa, si...pero sobre todo alimento concentrado de Purina que según mi padre era el mejor pienso en el mercado. Mi padre es un hombre de ideas claras. En su mente no hay lugar para la relatividad y por eso le ha ido bien. Las cosas son buenas o malas y las respuestas son sí o no. Cuando uno empieza a amariconarse con conflictos está acabado. Y tiene toda la razón, que cojones!

Esta historia me ha venido a la mente porque esta semana, viajando por Gringolandia (que por cierto es un gran país a pesar de todo) he pasado junto al lugar en que todo empezó. Me refiero al lugar en que Purina fue fundada. Mis colegas estadounidenses me han advertido al pasar al lado del punto exacto en el que la primera fábrica de piensos fue instalada y justo en ese momento, me han venido a la mente el Ford Fiesta, el garaje, la calle Navia y los días que mi padre y yo pasamos despellejando conejos.
A pesar de los años pasados…yo juraría que todo fue cierto.



sábado, 19 de enero de 2013

SECUESTROS


               Esta semana nos desayunábamos (los que desayunen) con el secuestro por parte de unos islamistas radicales de una planta de gas en Argelia. Seamos honestos…a nosotros Argelia ni nos va ni nos viene; en el mejor de los casos, alguno sabrá que Argelia es un secarral en el norte de África lleno de camellos (de dos y cuatro patas) y grandes reservas de combustibles fósiles …(repito, esto en el mejor de los casos). Si esto es así, ¿por qué es esa noticia primera plana? Está claro. Lo que pasa es que nos molan las situaciones morbosas y más si son por capítulos (como el Pájaro Espino). Aún no está del todo claro lo que ha pasado. Seguramente nunca lo estará y como en la mayor parte de las noticias que escuchamos sólo conoceremos “la versión oficial de los hechos”. Si esta versión tiene algo que ver con los hechos en sí, será mera coincidencia. Pero en realidad, ¿a quién le importa? Yo creo que nos hemos acostumbrado tanto a que nos mientan que ya nos parece sospechoso escuchar algo sincero.  Por ejemplo, el día que haya una “manifa” y los cálculos sobre el número de participantes en ella del gobierno y los sindicatos cuadren en más de un ochenta por ciento nos sentiremos raros y pensaremos que hay gato encerrado. Y es que todo es mentira por definición. Estoy seguro de  hecho, de que Lance Amstrong no se dopaba pero se habrá embolsado pingües beneficios por declarar que si…o ¿sí lo hacía? Da igual….solo Dios (y Oprah) lo saben.

Pero no nos vayamos por la tangente…hablábamos de secuestros. El secuestro de Argelia me ha hecho pensar en España…sí, yo soy así, tengo pensamientos grandilocuentes y megalómanos….(que no sé lo que es pero suena a “grandioso”).  ¿No notáis como impotencia? ¿Cómo si alguien os hubiera agarrado las muñecas y os tuviera atados al radiador y sólo os soltara para ir a trabajar (los más suertudos) o a la cola del Inem (los menos)? Así es estimados lectores…he llegado a la conclusión de que estamos secuestrados por nuestra casta política. Se lo están llevando crudo, queridos amigos…y no sólo los corruptos, también y sobre todo, los apoltronados, los profesionales del “vampireo” de las cuentas oficiales.  ¿Os despediríais a vosotros mismos? ¿No? (no me sorprende).  Pues ellos tampoco. Sí, ya sé todo ese rollo de que los políticos son un reflejo de nuestra sociedad, que el poder reside en el pueblo y que si quieres cambiar la realidad tienes que montar un partido y convencer a las masas de que a quien tienen que mantener es a ti y no a los otros. Estoy de acuerdo pero de momento, todos los que están ahora (de uno y otro lado) se lo están llevando crudo.

“Secuestrar” según la Real Academia de la Lengua (que como la laca las poligoneras, limpia, fija y da esplendor) se define como “Retener indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate, o para otros fines”. Eso, justamente, es lo que están haciendo con nosotros...hasta el día en que seamos tantos los secuestrados que se les acaben los radiadores a los que amarrarnos.
¿Que si les estoy amenazando?

Por supuesto.